A Tucumán le faltó poco para quedarse con el “Súper Seven” de Corrientes: apenas seis puntos. Pero eso no impidió rotular de exitosa a la gira por el litoral. El certamen, cuyo campeón fue Buenos Aires, sirvió como antesala a la competencia más importante: el “Seven de la República”, una de las deudas más postergadas del historial “naranja”.

“Nuestra expectativa era ganar en Corrientes, o estar cerca de ganar. Estuvimos ahí nomás de hacerlo, así que volvimos satisfechos”, reveló Francisco Aráoz, entrenador del equipo junto a Pablo Pérez y Tristán Molinuevo.

No obstante, lo que verdaderamente complace al staff son las gratas sorpresas que se llevaron en Taraguy, en cuanto a nivel de jugadores. “La idea principal era ir fogueando jugadores. Por eso armamos dos equipos: uno A, compuesto por chicos que ya venían en el circuito más algunos nuevos, y otro B, con jugadores de entre 19 y 20 años. Por ahí te encontrás con algún chico que sobresale, pero nosotros vimos varios que nos sorprendieron”, confesó “Pancho”.

“Es simple: para jugar seven, necesitás roce. Y este torneo fue de muy alto nivel. Buenos Aires llevó un equipo muy fuerte, y también estuvieron Salta y Entre Ríos, campeón y subcampeón del año pasado respectivamente. Lo bueno es que ahora sumaremos algunos chicos del equipo de 15, aunque ellos deben adaptarse al ritmo de seven, que es muy distinto”, indicó.